Cuando primero oí las palabras "Locura Divina" supe que se aplicaba a mí. Una sensación tan fuerte me poseo que a menudo me deja mudo-completamente deshecho. A veces, no puedo ni estar parado bajo la Presencia de esta Sensación. Me caigo al piso en entrega completa. La sensación me llega, a menudo, sin que me de cuenta. Me transporta inmediatamente en un estado de la dicha o extasía. Puede suceder dondequiera o en cualquier momento. Tengo amigos cercanos a que puedo llamar de un momento para que vengan a estar conmigo. Mientras que los años han pasado, me he acostumbrado a esta sensación, de tanto modo que lo acepto como dicha "normalizada" o samadi "funcional". Estoy describiéndole la Presencia de Dios. No la Presencia de Dios fuera de mí. Si no que, ésta es la Presencia de Dios dentro de mi. También estoy describiéndole quien soy yo. Soy un místico. Un místico es alguien que tiene una "realidad espiritual que proviene de una directa unión y comunión con Dios o con La Última Realidad". (Diccionario-1984 edición de Webster.) Son las palabras "unión y comunión" que describen lo más mejor posible La Sensación de Ser UNO con Dios.

Este estado de Ser no es único a mí. Hay muchos que sufren de Locura Divina. Sufren es la palabra correcta que se utiliza aquí. Si, sufren internamente y exteriormente. No han reconciliado su Humanidad con su Divinita. Viven en un estado de cisma, de una separación profunda. Se sienten aparte del resto del mundo, pero anhelan estar en unión y comunión con el mundo. Como Jesús dijo, "Estoy en el mundo, pero no Soy del mundo". El místico siente la verdad de esta declaración cada día que están en el mundo.

Sin embargo, si la reconciliación se alcanza entre la Humanidad y la Divinidad de uno, entonces sucede algo más. La unión y la comunión con Dios suceden. A toda la hora, 24 horas al día, sin parar. El pensamiento inalcanzable se realiza. El pensamiento indecible, al fin, se habla. "Soy Dios". Esto no se habla desde la mente. Puede ser dicho solamente del Corazón. No se habla ardientemente. Se habla en entrega completa a Yo Soy Presencia. No es un grito de la arrogancia. Es una oración de gratitud.

Si usted lee estas palabras y su Corazón canta, entonces sabe usted quién es. En cuanto al resto, no quedan palabras para decir.

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Regreso a Enseñanzas Esotéricas / Pensamientos de Dios

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